Se compararon dos grupos diferentes para los que se hicieron 400 test serológicos y 200 pruebas de PCR, además de cuestionarios para caracterizarlos. La dimensión biológica se basó en identificar los casos sintomáticos y no sintomáticos no reportados y conocer cuánto duran los anticuerpos para combatir la infección. En la dimensión social se buscó conocer la percepción de la enfermedad y cómo había afectado la vida de las personas a través de un cuestionario que duraba unos 25 minutos.
Muestreo del proyecto
Federico Dalmao, del Departamento de Matemática y Estadística, explicó que se llevaron adelante dos proyectos en forma simultánea, uno de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) y otro financiado por la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM). En el proyecto CSIC se estudió a las personas que estuvieron en cuarentena en los casos 1 y 3 en la ciudad de Salto, esto corresponde a marzo y abril de 2020. Allí se buscó saber si hubo contagios no reportados, pero también si hubo casos asintomáticos, y participaron 20 personas. Mientras que en el proyecto CTM se estudió la población mayor de edad de la ciudad de Salto y el objetivo principal fue buscar casos asintomáticos. Allí participaron 370 personas.
Finalmente, se incluyó un grupo de personas que habían viajado a países donde circulaba el virus y volvieron a Salto entre marzo y abril. Varios de ellos (siete) habían dado positivo por PCR, por tanto, este grupo sirvió como grupo de control y mostró, por ejemplo, que el kit serológico usado detectó anticuerpos siete u ocho meses después de la infección. A todos los grupos se les realizó el test de serológico y se les aplicó un cuestionario con preguntas referidas a varios aspectos (de salud, de percepción del riesgo, de comportamiento, socio-económicas, entre otras), para relacionar diferentes dimensiones involucradas con el Covid-19.
El Departamento de Matemática y Estadística participó desde el inicio de las discusiones y del planteo del proyecto, y concretamente tuvo mayor participación en el diseño de la muestra del estudio sobre la ciudad y en el análisis de los datos finales. La población de mayores de edad en Salto es de aproximadamente 100.000 personas, para lograr una muestra representativa se aplicaron criterios de la Teoría del Muestreo y para analizar los datos se aplicaron métodos del Análisis Multivariados como el Análisis de Correspondencias Múltiples, la Regresión Logística, entre otros.
La colaboración con la Dirección Departamental de Salud fue clave desde el principio: aportó desde la delimitación de los objetivos del proyecto, facilitó las características generales de los casos 1 y 3, implementó el muestreo y la aplicación del consentimiento informado en estos grupos, hicieron el vínculo con las direcciones de los centros de salud y gestionaron la elección de las extractoras. Dalmao destacó que a pesar de su sobrecarga en este contexto, la Dirección Departamental de Salud colaboró activa y permanentemente a lo largo del proyecto.
Respecto a la utilidad de los resultados de este estudio para el manejo de la pandemia, Dalmao opinó que «pueden ser útiles al momento de evaluar las medidas que se han tomado, por ejemplo, no encontramos casos positivos en los centros de salud, esto sugiere que los protocolos aplicados cumplieron su objetivo». También es de utilidad saber en qué regiones de la ciudad se dan los contagios y el origen de los mismos.
Asimismo, consideró que el estudio aporta información sobre los síntomas que se presentan. En el caso de los «viajeros» no se presentaron síntomas respiratorios sino asociados al sistema digestivo. Por otro lado, para Dalmao también es de utilidad conocer la percepción del riesgo y el acatamiento de las medidas por parte de la población. En base a ello se pueden diseñar campañas de promoción de medidas y de vacunación más efectivas. Además, agregó que para estudios posteriores surge la pregunta de cuánto influyen las redes sociales y los medios de comunicación en general en la actitud de las personas frente a la pandemia.
Anticuerpos e inmunidad de ocho meses
Leticia Maya, del Laboratorio de Virología Molecular, explicó que el tercer muestreo (caso 2) fue un grupo de viajeros que volvieron de Europa a mitad de marzo y «cuando tomamos la muestra hacía ocho meses que habían vuelto y sabíamos cuántos habían sido diagnosticados Covid-19 positivo». Participaron 18 personas mayores de edad, aclaró. Esto sirvió como grupo control porque fueron los primeros que se le programaron las extracciones de sangre, agregó.
Sostuvo que de ese grupo de 18 personas sabían que había siete que eran positivas y conocían la fecha de cuándo se habían infectado. Aclaró que les hicieron el estudio de anticuerpos a seis personas y dió positivo, y a una persona le dio resultado indeterminado -lo cual puede ser porque no tenga suficientes anticuerpos circulando en sangre, pero no quiere decir que no tenga esas células capaces de producir estos anticuerpos-. Como anécdota, la investigadora comentó que la mayoría son personas mayores de 50 años «estaban todas contentas porque tenían anticuerpos» y agregó que uno de los primeros casos de Salto en ese estudio era su padre: «el colmo del virólogo», bromeó. Con respecto al resultado de la inmunidad de ocho meses, dijo que «a nivel internacional este resultado es re importante».
Maya indicó que cuando se eligieron el caso 1 y caso 3, en el primero, la Departamental de Salud de Salto aisló a las personas positivas y a sus posibles eventuales contactos y se hisopó a las personas con síntomas compatibles con Covid-19. En el caso 3, involucró a dos departamentos porque una madre que vive en Bella Unión, Artigas, contagió a sus hijos que viven en Salto y uno de ellos contagió a su pareja que también vive en esa ciudad, entonces se aisló a todos los posibles contactos y se hisopó a todos. Esto, señaló, se denomina «bloqueo de casos, porque al hisopar a todos, te aseguras que todos sean negativos realmente».
También se refirió al bagashopping de Salto, donde se tomaron muestras, y dijo que tener «300 personas trabajando es como tener 300 familias conviviendo de varios lugares además de Salto», por eso tenía una connotación el muestreo. Agregó que las personas fueron muy receptivas al cuestionario y que si hubo rechazo puede haber sido por tener a alguien de riesgo.
Con respecto a los resultados, aclaró que la realidad cambió bastante desde que se obtuvieron hasta el momento de realizarle esta entrevista, ya que «terminamos el trabajo y fue el despegue de casos». Sin embargo, explicó que el número de casos asintomáticos fue dentro de lo esperado porque se espera que sea entre un 10% y un 30% y «sabíamos que de dos a seis asintomáticos podremos encontrar porque se supone que están vinculados a los síntomas reportados». Por eso, al hacer un muestreo representativo, indicó que se concluye que del 1% al 2% de la población de Salto son asintomáticos.
Al referirse a los resultados para el manejo de la pandemia, aclaró que este estudio sirve para saber que el asintomático no está vinculado a casos sintomáticos: ese asintomático se puede haber contagiado en Salto o en otra ciudad pero no tendría un nexo epidemiológico. Asimismo, explicó que si se hisopa a todos los vínculos, deja una tranquilidad, pero esto significa que por algún otro lado entra el virus. También acotó que «por más que las autoridades pongan todo el empeño, la población tiene que poner de su parte, es un tema de responsabilidad de cada uno. Y a su vez, hay gente que se está cuidando y se infecta igual».
Sobre la inmunidad, Maya entiende que es importante muestrear dentro de esos casos positivos a sus contactos para ver desde dónde puede haber sucedido ese contagio, y seguir profundizando el tema porque da un buen indicio para las vacunas también. El resultado que obtuvieron es importante porque «la infección natural podría estar durando ocho meses y no tres meses de inmunidad como se pensaba».
Cambios en el comportamiento social
Juan Romero, director del Departamento de Ciencias Sociales, indicó que el objetivo del estudio es conocer el perfil epidemiológico-social-geográfico de las personas que estuvieron expuestas al coronavirus durante la pandemia en la ciudad de Salto. El proyecto se financió en un 10% por parte de CSIC y en un 90% por parte de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande – Delegación uruguaya, quienes financiaron el trabajo de campo, insumos, compra y mantenimientos de equipos.
El estudio se desarrolló conformando una muestra de la ciudad dividida en dos grupos: un grupo de alta prevalencia supuesta (instituciones de salud y bagashopping) y uno de baja prevalencia supuesta (el resto de la ciudad); se analizaron también dos grupos de personas afectadas por la enfermedad en casos ocurridos en el mes de marzo (20 personas) y julio (70 personas) de 2020; y un grupo de control con personas que tuvieron la enfermedad en el mes de marzo porque habían viajado a Francia. Este grupo, al tener personas que habían contraído la enfermedad y confirmado por PCR, posibilitó probar los kits de Atgen desarrollados entre el Instituto Pasteur y la Udelar, con un resultado de alta confiabilidad y sensibilidad del kit.
Romero comentó que el Departamento de Ciencias Sociales se responsabilizó del trabajo de campo en los tres grupos, la aplicación del formulario y conjuntamente con el Laboratorio de Virología Molecular la coordinación de la toma de las muestras de sangre por parte de enfermeras especializadas contratadas para tales fines a sugerencia del Ministerio de Salud Pública (MSP) local. También abarcó la conformación de las bases de datos, el análisis conjunto con el Departamento de Matemáticas y Estadísticas del Litoral, y la redacción y presentación del informe.
Respecto a los datos recabados, explicó que indican que el cambio de comportamiento de las personas ante la enfermedad fue variando a lo largo de la pandemia: los primeros tres meses fueron de resguardo y mayor atención a los cuidados, para luego paulatinamente comenzar a agregar mayor movilidad y menor atención a estos. Destacó, en este sentido, que al principio ocho de cada diez personas acotaron su movilidad de la casa al trabajo y compra de necesidades, sobre fin de año esta cifra bajó acinco de cada diez, se comenzó a ir a lugares de recreación y paseo; y en materia de cuidado, ocho de cada diez usan mascarilla en público, pero ocho de cada diez no la usan con sus amigos, familiares o conocidos al momento de interactuar, lo que facilita la propagación. Dentro de las conclusiones preliminares del estudio, enfatizó que entre 1 y 2% de la población de la ciudad de Salto mayores de 18 años (aproximadamente 101.000 personas) tuvo y se sano de la enfermedad sin saberlo, es decir, fueron asintomáticos.
Por otro lado, se detectó que la mayoría ha pasado por problemas de angustia y ansiedad durante la pandemia, sumado a que casi un quinto declaró hechos de violencia intrafamiliar. La mayoría (seis de cada diez) declaró que se vacunará, 20% que de ninguna manera y otro 20% están en dudas o con clara desinformación al respecto. «Es la población que hay que trabajar con información clara y fundamentada sobre el tema, para poder lograr un porcentaje de cobertura de inmunización comunitaria», afirmó y agregó que «el comportamiento de las personas en pandemia y ante las implicancias de cuidado, prevención y terapéutica de la enfermedad se encuentran mediados por lo que, cómo, quién y por dónde se informan, por lo tanto, establecer vínculos cercanos, claros y contrastables de lo que ocurre es central para convivir y canalizar el proceso social de pandemia».